La rata silvestre: un manjar en vietnam

En Camboya existe un negocio creciente alrededor de las ratas. Una vez ha terminado la cosecha del arroz, los roedores se quedan sin alimento y multitud de personas se encargan de darles caza. Luego viajan hasta la frontera con Vietnam donde las exportan a un buen precio, hasta 2,50 dólares el kilo. La empresa Saing Sambou, por ejemplo, vende al día dos toneladas de ratas destinadas al consumo.

Los camboyanos establecen diferencias entre la rata silvestre y la de ciudad. Aseguran que la primera –Rattus Argentiventer– disfruta de una vida libre y una dieta saludable que consiste en arroz, tallos y raíces de plantas. Consideran incluso que son más higiénicos que animales de granja como pollos y patos. Por contra, no capturan a la rata urbana, que relacionan con la suciedad y las enfermedades.

En Vietnam son servidas asadas, fritas, en sopa o en forma de paté. Quienes la han probado comparan su sabor con el de la carne de cerdo. El hígado y los muslos son las partes más codiciadas. Para prepararlas primero se les retira la piel y los ejemplares más gruesos son los mejor valorados. Desde el Ministerio de Agricultura se defiende la exportación de las ratas como una manera de proteger las plantaciones de arroz, uno de los motores de su economía.

 

Ratas sagradas en el templo hindú de karni mata

En el templo hindú de Karni Mata se venera a 20.000 ratas. Los creyentes consideran que son hijos reencarnados de la diosa que da nombre al monumento y por tanto las tratan como seres sagrados. Otra leyenda asegura que fueron 20.000 soldados que Karni Mata acogió en su casa. De entre tantas miles hay sólo dos ratas de color blanco que los turistas aseguran que dan suerte, pero es muy difícil verlas.

Una peculiaridad de las visitas al templo de Karni Mata es que hay que entrar descalzos, con el riesgo de ser mordisqueado por uno de los roedores, que campan a sus anchas por el edificio. A éstos les traen comida e incluso hay quienes terminan las sobras que dejan. Pisar una de estas ratas está considerado un pecado. Esta atracción turística atrae a miles de personas al año.

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