En las excavaciones del antiguo mercado de la Puerta de la Carne de Sevilla se han hallado restos de 26 ratas negras –Rattus Rattus– que podrían relacionarse con el brote de peste que se cebó con la ciudad en 1649. Las obras arqueológicas se han desarrollado dentro del proyecto de rehabilitación del recinto, donde se localizó el matadero del siglo XV y un muladar o vertedero cercano.
Estos datos se han hecho públicos recientemente, a raíz de un artículo publicado en la Revista de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla. En los trabajos han colaborado miembros del Laboratorio de Paleobiología del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Arqueópolis S.L. y una investigadora de la Universidad de Nápoles.
En concreto, se han catalogado 2.960 huesos correspondientes a 684 animales. Se enumeran, entre otros, 40 ostras, 25 vacas, 18 cabras, nueve cerdos, ocho peces, cinco gallos, tres conejos, dos caballos, dos gatos, dos ranas, un perro… Hay otros vertebrados sin identificar, cinco aves o un roedor indeterminado.
La rata negra: principal transmisora de la peste
Se calcula que la peste bubónica causó un descenso de la población de Sevilla de 140.000 a 60.000 habitantes. El hallazgo de las 26 ratas negras podría deberse, según los expertos a ”la muerte de un grupo in situ o una acumulación producida por humanos después de haberlas matado”. Si fuera este segundo supuesto, estaríamos ante uno de los casos más antiguos de desratizadores en la ciudad.
Se descarta que murieran por el ataque de depredadores al no aparecer marcas de roeduras o erosión en las ratas. Además, se valora la circunstancia de que fueran roedores contagiados por la peste bubónica que fueron enterrados allí. Su presencia vendría justificada por la existencia de un muladar, una montaña de deshechos que se remonta a la época islámica.
”La cantidad de ejemplares de rata negra podría tratarse de un testigo fósil de alguno de esos periodos críticos en la historia de Sevilla”, añaden los investigadores. Asimismo relacionan estos restos con la insalubridad propia de la época y con algún brote de peste negra que se dio entre mayo y junio de 1649.
Otra conclusión importante del estudio arqueológico es la aparición de una rata gris –Rattus Norvegicus-, que podría ser de las primeras que habitaron el sur de España. No en vano, la colonización de la especie suele datarse en el siglo posterior.
El contagio de la peste bubónica se produce cuando una pulga -Xenopsylla Cheopis- transmite la bacteria Yersinia Pestis al picar a un humano después de haber atacado a un roedor infectado.
Si tiene algún problema de plagas contacte con SeviPlagas – Tu Empresa de Control de Plagas en Sevilla.