Cebos contra las termitas
En los años 90, gracias a los estudios desarrollados por la Universidad de Florida, se descubrió la efectividad del uso de cebos para combatir plagas de termitas. Hasta entonces se venía utilizando básicamente el sistema de impregnación de insecticida en la madera. Se trata de un remedio más económico y suele emplearse de modo preventivo, pero en ocasiones puede provocar un efecto indeseado.
También existe el tratamiento denominado barrera-muro, que sirve para fijar y proteger los componentes de la madera afectada. Se realiza con una bomba inyectora de gran penetración.
Los cebos pueden ser estaciones de suelo o de pared, dependiendo de la ubicación de la colonia de termitas que queramos eliminar. Cada cebo lleva dentro una dosis de celulosa mezclada con un inhibidor de la síntesis de la quitina. Esta sustancia se llama Benzoilurea o Diflubenzurón, que impide que los insectos completen su muda. Al circular por la colonia en forma de desperdicios, ésta acabará colapsando y exterminando a todos sus miembros.
Otro aspecto positivo de los cebos es que la cantidad de principio activo es reducido y supone un menor riesgo para el medio ambiente. Tampoco son tóxicos para las personas ni las mascotas. Asimismo, para su aplicación no es necesario que el cliente abandone su hogar.
En el año 2000 se realizó en la localidad cordobesa de Palenciana el tratamiento con sistema de cebos más importante en Europa. Dado el éxito logrado, sirvió de precedente para el control de termitas en otros núcleos urbanos. En seis meses se consiguió eliminar la plaga gracias a la financiación del tratamiento de mano de Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía.
Termitas: cucarachas elegantes
La Sociedad Entomológica de América determinó hace unos años catalogar a las termitas en el orden Blattodea, correspondiente a las cucarachas. De esa forma la comunidad científica deja de clasificarlas en la familia Isoptera. Esta resolución tuvo lugar tras unos análisis de ADN que demostraron que las cucarachas que se alimentan de madera (Cryptocercus) son un escalón previo en la evolución de las termitas. Ambas especies se caracterizan por tener microbios simbióticos que digieren la madera.
Fuente: Diario de Avisos
Ácaros que conviven con las termitas
Hay veces en que puede observarse la presencia masiva de ácaros circulando sobre las termitas. Los expertos suelen asociarlo con el declive de la colonia. Sin embargo existen ácaros termotífilos, que a cambio de alimento destruyen otros ácaros que sí podrían ser dañinos para las termitas.
En su libro Las termitas subterráneas, biología y control, David Mora explica que el síntoma más claro del exterminio de un termitero es la invasión de ácaros. Suelen aparecer en la cabeza de las termitas, así como en su tórax, abdomen y patas.
Nuevas tecnologías contra las termitas
La aplicación Mapa de Termitas, así como el grupo de Facebook están destinados a facilitar el censo de termiteros y colonias de devoradores de madera. A través de estos enlaces tanto clientes como controladores de plagas pueden identificar y cuantificar los casos que encuentran. También suponen un valioso instrumento para estudiar su comportamiento y evaluar las zonas de España más afectadas por este insecto.
Tipos de termitas y castas
Como comentábamos en un artículo anterior, las termitas que más presencia tienen en España son las de madera seca y las subterráneas.
- Las termitas de madera seca (Kalotermes) forman colonias de hasta 1.500 insectos. Se reproducen en otoño y aparecen en viñas, árboles enfermos o muertos, y madera destinada a la construcción.
- Las termitas subterráneas (Reticulitermes) son la especie más devastadora en nuestro país. Construyen los termiteros a una profundidad de 5 metros para protegerse del aire y la luz. Estos nidos contienen más de 2 millones de especímenes y se reproducen en primavera y verano.
Dentro de sus colonias, las termitas se dividen en castas:
- Obreras, que se encargan de la contrucción y mantenimiento del nido. Además alimentan a los insectos más jóvenes, a los soldados y a la pareja real. Por último se encargan de la limpieza.
- Soldados, orientadas a defender la colonia de otras especies. Para ello cuentan con mandíbulas bien desarrolladas y expulsan secreciones tóxicas.
- Reproductoras, que salen en masa de la colonia para aparearse y pierden sus alas tras entrar en contacto con el sexo opuesto.
Termitas reproductoras y hormigas aladas
En otra entrada de nuestra web apuntábamos la posibilidad de confundir estas termitas reproductoras con las hormigas aladas. Si nos fijamos en una serie de características podremos distinguirlas fácilmente:
- Alas: en las termitas son las cuatro iguales y su tamaño dobla el de su cuerpo. En las hormigas se diferencian dos pares distintos.
- Antenas: las termitas las tienen rectas y en las hormigas están divididas en segmentos.
- Forma del cuerpo: en las termitas no se aprecia un estrechamiento entre el tórax y el abdomen, mientras que en las hormigas sí puede distinguir una cintura.
- Color: las termitas son negras y las hormigas son marrones.
Anatomía de los termiteros
Las termitas anidan de forma subterránea, en troncos o ramas de árboles, o bien en columnas de 3 a 4 metros que sobresalen de la superficie. Su orientación al norte sirve para regular la temperatura del termitero. Su estructura es el resultado de mezclar la saliva de las termitas con tierra y excrementos.
Curiosidades sobre las termitas
- En la actualidad existen aparatos que permiten detectar acústicamente a las termitas para averiguar si se hallan ocultas tras un tabique.
- Debido a la hipertrofia de sus ovarios, el abdomen de la termita reina puede ser enorme.
- Algunos termiteros son tan consistentes -los elaborados por termes bélicos- que es necesario emplear explosivos para destruirlos.
- Las termitas aprovechan las juntas de hormigón para atravesar muros aparentemente impenetrables.
Si sufre una plaga de termitas contacte con SeviPlagas – Tu Empresa de Control de Plagas en Sevilla.