El Centro Europeo para el Control de Enfermedades –ECDC– facilitó el año pasado una serie de mapas de la distribución de las garrapatas en España. En nuestro país tienen mayor presencia cinco especies de este arácnido.
La garrapata Ixodes Ricinus puede hallarse en toda la Península excepto en la zona del Levante. Se trata de una especie autóctona que necesita humedad, por lo que suele habitar en los bosques.
Hyalomma Marginatum la encontraremos en casi todo el país menos en la cornisa cantábrica. Tiene preferencia por las aves migratorias. De ese modo, estas garrapatas pueden transportarse pasivamente desde África a Europa. Vive tanto en zonas áridas como marismas y matorrales. Es la portadora del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo que ya ha causado alguna muerte en España.
Ornithodoros se extiende en la zona sur del país. Puede sobrevivir periodos bastante largos sin alimentarse de sangre.
Dermacentor Reticulatus, en cambio, se localiza en la mitad norte del mapa. Por detrás de la especie Ixodes Ricinus es la segunda garrapata con más presencia en Europa. Las larvas parasitan a ciertos roedores y los adultos a mamíferos como perros o ganado, pero también pueden morder a las personas.
Rhipicephalus Sanguineus, salvo en contadas provincias, está localizada en toda España. Suele relacionarse a los perros y se distribuye por todo el mundo en climas cálidos con inviernos suaves.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
Como hemos mencionado, ya se han contabilizado varias muertes en nuestro país debido a la picadura de la garrapata de la especie Hyalomma Marginatum. Han sido casos muy aislados, pero en todos ha sido necesario desplegar un protocolo de precaución. Éste afecta a las personas que tuvieron contacto con las víctimas, así como al personal sanitario que las asistieron.
La fiebre de Crimea-Congo se transmite a través de la picadura de la garrapata, o bien por contacto de sangre y fluidos del enfermo. Sus síntomas son:
- Fiebre elevada
- Cefalea
- Malestar general
- Dolores articulares y musculares
- Sudores
- Problemas gastrointestinales y/o respiratorios
- Hipotensión
- Bradicardia
- Conjuntivitis
- Faringitis
- Erupción cutánea
La enfermedad se incuba entre 3 y 13 días y tiene una mortalidad de entre un 5 y 40%. Las personas más expuestas a esta fiebre son quienes trabajan en la industria ganadera, empleados agrícolas, operarios de mataderos, cazadores, veterinarios y gente vinculada de forma estrecha a la naturaleza. Por desgracia, el único tratamiento son medidas de hidratación y transfusiones, pues no hay medicinas eficaces frente al virus.
En España se han detectado garrapatas portadoras de la fiebre hemorrágica en Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Afortunadamente, los análisis dieron positivo en los ganados silvestres y no en las especies domésticas.
En cuanto a las aves migratorias, se encontraron garrapatas Hyalomma Marginatum en ejemplares de colirrojo real, alzacola rojizo, zarcero opaco, carricero común y zarcero bereber. En sus plumas pueden transportarla y dejarla caer después de cruzar el Estrecho. Esta especie, a diferencia de otras, es más voraz y no espera a la víctima sino que se dirige hacia ella.
La garrapata contrae el virus al succionar a un animal contaminado. Desde entonces parmanecerá infectada toda su vida, con el consiguiente riesgo de contagiar a otras especies.
En SeviPlagas ya dimos una serie de consejos para evitar garrapatas, así como la manera idónea de retirar este parásito en caso de sufrir una picadura.
Si tiene algún problema de plagas contacte con SeviPlagas – Tu Empresa de Control de Plagas en Sevilla.